Sunday, April 29

Boys don't cry

Pasaba través de la gente, intentando no gritar. Calmado e intranquilo a la vez, llego arriba, y al pasar por el pasillo lleno de luces, al fondo, encuentro tu cara, y el corazón se me parte, se me hunde, y se me sale un ‘hola’, un beso en la mejilla, y un ‘nos vemos’, y se me sale la piel, se me arrancan los gritos, la euforia, y me mojo la cara intentando calmarme, tratando de pensar bien, pero no puedo, el corazón me gana, y me sangra.

Bajo las escaleras, corriendo, y nuevamente me hundo más al centro de la tierra, y más en mi, y en no querer aparecer ahí, en irme y no reconocer ni tu cara nuevamente. Intento bailar un rato, moverme, cerrar los ojos y ver aparecer las luces en mi mente, las imágenes, los sonidos y la ausencia de sentidos en mi cuerpo, pero sin desearlo, abro mis ojos y a la distancia apareces tu, sonriendo, conversando, bailando, sonriendo, y yo me abrigo en mis pensamientos que no dejan de mirarte, y mi todo está incrustado en tu todo, nuevamente, sin dejar de observarte, sin dejar de plasmarte en una escena que no volverá a ocurrir.

Me acerco a ti, e intento buscar respuestas a algunas cosas que quedaron sin concluir y sin terminar, porque tú no lo hiciste, porque ya no me quieres ni mirar, aunque sea en el rinconcito oscuro de las luces de neón. Me inventas excusas, que yo sé que son falsas, que yo sé que te amargas al decirlas, y te duele un poquito el corazón al inventarlas. Y yo emputecido me voy escuchando el, quizás, último adiós de lo que nos quedó. Y vuelvo a amarrarme a mi baile que no resulta satisfactorio, y sigo ahogándome con el humo de tu imagen.

Logro escapar de tu presencia, y de mi búsqueda interminable por tus expresiones, y me escondo tras otra pista de baile, y me quedo quieto, mirando a las personas pasar, a las personas besarse, escuchando la música, e intentando descifrar el inglés que a penas puedo entender, y que a penas logro sacar un ‘love’ o alguno que otro recuerdo de los días en que estábamos mejor que ahora. Estaba ensimismado en mi agonía bajo la noche que no me entretenía, hasta que apareciste, buscándome, entre la gente, y yo te miraba mientras me buscabas, y cuando me encontraste, me pediste hablar, me pediste bailar, me pediste llorar.

Nos sentamos, y yo te miraba y no dejaba de hacerlo, y eso me preocupaba, porque tu mirabas al vacío, y hablabas; te disculpabas, y me enredabas, me hablabas y yo me enredaba, y miraba como te costaba decirlo todo, y yo con unas ganas de abrazarte y decirte que todo iba a estar bien, y que todo estaba bien, pero no era así; los dos allí, sentados, muertos, tristes, y enmarcados sobre el sonido de la música que no escuchábamos, y de las ampolletas que se encendían y apagaban. Estábamos tan mal como antes, tan mal como antes de no amarnos, pero ahora eso nos estaba matando, y yo seguía viendo como te costaba, como te ahogabas, y me daban más ganas, más ganas de mirarte, y decirte que no hablaras, que te costaba, y que lloraras, pero necesitaba escucharlo todo. Luego, luego de ese todo, me abrazaste, y yo de sorpresa me vi encima de tu hombro, tocándote la espalda, acercándome a ti, a tu corazón que latía y latía, y yo con él, y tu conmigo, y me daban ganas de seguir así, de estar así un ratito más, pero no, no se podía, ya no. Y decidimos estar mal, seguir mal, pero escondiéndonos, y refugiándonos, al menos por esa noche, sobre el baile que nos haría respirar, y nos alegraría el escenario nocturno de un sábado por la noche.

Y allí estuvimos, bailando, quebrados, rotos, doloridos, pero contentos de todas formas, porque pudimos ver, que podemos seguir adelante, y que podemos sonreír, aunque sea de mentira, aunque nos mintamos el uno al otro, pero que de alguna forma, eso saldrá, y se irá, y ahí podremos volver, a no re-caer sobre lo que alguna vez fuimos, y si debemos saltar para poder volar, lo haremos. Yo estoy preparado, y ten por seguro, que saltaré.

5 comentarios:

MyM said...

Y a pesar de todo, uno sigue buscando respuestas a las preguntas que más teme; sigue engañándose de una forma u otra; sigue pensando que las cosas pueden resultar.

Y bueno, a veces resultan...

MyM said...

Precisamente porque a veces resultan y porque a veces, las menos, las cosas llegan a salir bien es que uno sigue ahí, esperando. No es que tampoco el sufrimiento no tenga sentido o que sólo tenga sentido para dar sentido a la felicidad. Las cosas están ahí y uno tiene que buscar para encontrarlas. Si uno busca bien las encuentra..

Igual que los momentos. Tienes que estar pendiente. De repente vas a poder estar justo en la mitad de uno y no necesitas a nadie. Pero otros, que son la mayoría o cuando menos por los que de verdad queremos vivir y tener esperanzas (well put), esos son inevitablemente con alguien más. No se puede de otra forma

MyM said...

Curious thing I've just noticed: escribes seguido, postea poca gente. Coincidencia curiosa y por sobre todo lúdica.

Anonymous said...

genial lo que escribes.. perdón por meterme, pero vi tu blog en un avatar y de puro curioso me enconré con esto... =)

que estés bien
adieu!

Anonymous said...

De eso se trata la vida de seguir avanzando, aunque sea una mentira al principio. Tal vez se transforme en una nueva verdad en algùn momento. Yo tb he sentido el dolor de ese ùltimo baile, para todos las cosas cambian. Permite que para tì eso tb sea algo bueno.

 
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