Friday, July 28

Rabia

Me siento. Desesperado por el momento saco un cigarro del paquete ya todo doblado por el vacio. Lo prendo y comienzo a fumarlo efusivamente, a tragarme el humo intoxicado por el ambiente, a tragarme esa rabia que no debo tragarme, que me atraganta y me ahoga (y me esta ahogando). Fumo más y más rapido. Sé que el cigarro calmara el colapso mental, desesperará la energia incrustada en mis brazos por algunos segundos y disipara los malos sueños de aquella pesadilla sudorosa.

Me paro y prendo otro cigarrillo, ya me quedan sólo dos y creo que seran suficientes para calmarme. Aún estoy desesperado, algo activo; me paro y me siento, leo dos palabras de un articulo de alguna revista perdida en mi pieza y leo otras dos de algun libro bizarro escondido en la esquina de mi librero; me recuesto y cierro los ojos, fumo y dejo entrar el humo, fumo y dejo salir el humo, abro los ojos y miro el techo por dos segundos. Me siento.

Ya algo calmado intento no respirar el aire de mi pieza. Salgo de ella y busco algo para tomar, algo fuerte; alcohol, veneno o algo que me mate por dentro, algo que derribe mis neuronas para dejar de pensar tanta basura y para dejar de acumular rabia en mi cuerpo. Encuentro una botella de Ron y me lo sirvo con unos pocos hielos, fumo y me queda sólo uno, fumo y boto la ceniza al suelo. Salgo al balcón e intento respirar aire puro, INTENTO pero no puedo, el respirar se me hace más dificil ya algo embriagado e intoxicado. Me calmo.



Totalmente calmado me recuesto en el piso de la terraza, en las húmedas baldosas del balcón, en el miedo descansando sobre la noche, en el quizás lugar donde la atmosfera no es tán mala, ni tán fatal. Miro el cielo sin estrellas, negro, azul, negro, azul; ya no puedo distinguir los colores, mis ojos cansados comienzan a cerrarse y dejo de pensar en la rabia, dejo de pensar en mis problemas, dejo que el alcohol penetre mis venas y que el mortifero aire penetre mis pulmones.

[Cuarenta años ya en la misma situación, cuarenta años ya soportando esta masacre corporal. Y hoy creo que no soportare más]

Me dejo ir por el respiro de la noche.




Despierto. Apoyo mis manos en el suelo aún mojado, aún sudado por la agitada noche, aún con recuerdos de ebrios y cenizas. Todo sucio y aún mareado; me levanto. Mi cabeza esta a punto de rebentar, mi cuerpo pide a gritos descansar más, y yo sigo sus pasos y lo dejo descansar, lo dejo caer libremente por el descanso eterno de la lucidez.

Abro mis ojos a la noche y me encuentro con las luces de la ciudad, pequeñas luciernagas que se encienden y apagan, apagan y encienden, que dejan su luminosidad en mis oidos, que dejan su sonido perturbador en mi boca, y que acaban por erectar mis ojos hacia el suelo, hacia el encuentro del pavimento desnudo sobre el agua, desnudo sobre mi boca, sobre el quiebre de mi mandibula, el sonar de mis huesos partiendo el cerebro, el de la sangre convertirse en lluvia sobre mi cuerpo, el de los gritos y la noche testigo de mi gran caida; testigo de la masacre final de cuarenta años de tormento y rabia.

Monday, July 17

Inmersos

Fundidos bajo el sol, entre sombras de paisajes sin recuerdos, caminabamos lentamente siguiendo el pequeño grupo que marcaba el rumbo de nuestra travesía. Se desenredaba entre calles de caras tristes, de argumentos escondidos por la ropa, de miradas que no se completaban y de luces que aún no encendian (nos negaban la noche). Se escondian entre masas de árboles, entre arena esparcida y banquitos de colores, de roces y de amores.

Encontramos el lugar mirando cada centímetro de la pequeña plaza, encontramos aquel escondite que guardaría nuestro amor por un ratito, que nos escondería de la realidad que nos entristece, esa realidad que nos hace mordernos con los ojos y besarnos con las manos. Al fin encontramos ese espacio 'turbio-rancio' (que desconocíamos por un momento).

Entramos lentamente, mirando cuidadosamente cada rincon para no perdernos al salir, para luego no mirarnos con otros ojos (como si fuera a pasar...). Nos guiamos por la gente, por las 'pseudo-personas', nos guiamos por el ritmo y el calor del ambiente, por aquellos pequeños espacios de "bajos", de "altos" y de voces que repetian el coro constantemente y repetitivamente. Nos cansamos, nos besamos, nos resfregamos, nos sudamos, nos escondimos y nos abrazamos. Por momentos perdía el control de lo que podía ver y lo que podía sentir, por momentos recordaba aquella canción que escuchamos al inicio de nuestro corazón, recordaba aquellos momentos como la realidad de ahora y me fundía en ellos.

Me perdí... me perdí entre canciones, entre letras, entre el inglés y tus ojos, entre tu sonrisa, entre tus besos y tus abrazos, entre tus roces... entre tu cuerpo me perdí, me hundí dentro de la felicidad pura, dentro de una alegria que sonaba a mi alrededor, que me susurrabas al oido cada vez con tus palabras y que no se gastaba, y no se gasta apesar del tiempo (aún estoy perdido).

Descansamos; nos aburrimos del reiterado repertorio musical, del repetitivo brit-electro-wave-pop, nos cansamos de las miradas agenas que encelaban cada rincón de nuestro cuerpo y nos cansamos del sopor cigarrero y marihuanero. Nos fuimos, salimos del mundo sub-alternativo que nos mantenia en el fervor de nuestro sexo, erectados con sangre hasta el cuello y desgastados por el mundo pubertoso.

Nos escondimos en la noche, entre sombras de paisajes con recuerdos, entre calles con nombre y sin miradas, nos cubrimos de oscuridad entre el caminar, entre el besar de nuestros ojos y entre el entrelazo de nuestras manos. Nos fundimos... y la realidad nos escondió.

 
Template by suckmylolly.com