No-one

Palabras mal pronunciadas pueden sonar, a veces, mal heridas y, quizás, sea sólo mi imaginación, pero tu rostro se desfigura al tener todas esas emociones juntas.

Es imposible creer que alguna vez podría escuchar aquel penetrante sonido de los susurros más bellos, jamás oidos; y nada detendrá que los siga escuchando, ni mis sueños ni mis pesadillas, ni el camino que piso cada dia.

Sin embargo, encontrar ese camino para pisar cada dia, cuesta.

El recorrido hecho por aquel pasaje que me recordaba al verde ilumniado desaparece cada dia, y de a poco se convierte en un destino que, oscuro, se vuelve monótono.
No quiero pisar lo cotidiano y no quiero arrastrarme hacia él, pero sé que llegaré a ese futuro, y sé que tendre que enfrentarlo prontamente.

Estoy preparado y sé que no caere, pasare a su lado y mirare fijamente como recorre los ojos de otros seres que se detienen a su paso, que no continuan construyendo la vida, que paran en su corazón el sentimiento de figurar entre los demás y paran en si mismos esa alegria que algún dia los hizo llorar.

Estoy preparado para todo, porque sé que nada me detendrá (hacía tiempo que mis labios no recorrian tales letras, y ese sabor fue exquisito, antes habia probado la mentira, pero cuando sabe a verdad, todo se vuelve borroso, de la forma en que llegas a desmayar tu mirada al cielo y te dejas caer por el viento), nada detendrá esto.

Palabras mal pronunciadas a veces pueden sonar amargo, y sin sentido, pero no pueden herir el corazón que ya esta herido, no pueden herir la cicatriz que coagulada, acoje las emociones en otro lugar y las protege y las hace vivir.

Nadie.
Nadie podrá quitarme ese constante susurro que vivo soñando e imaginando y deseando al despertar (cada vez que veo el sol acompañando a mi cortina en una mañana en la que no deseo alzar mi cuerpo a la luz y sólo quiero morir a tu lado).


Nadie.