El otro día, Matías me dijo que necesitaba olvidar y yo le dije que ya lo había hecho.
Me llevo por un pasillo oscuro, hasta el final, yo no podía ver nada y creo que él sabía muy bien el camino, casi de memoria, y digo casi porque a veces tropezábamos con las paredes, y yo lo insultaba, y el me cerraba la boca con sus dedos.
Cuando llegamos al final apareció Tomás.
Matías no pudo decir nada.
Matías intentó huir y yo lo tomé del brazo.
Matías me toco los labios con sus dedos.
Tomás tembló.
Matías intentó huir y yo le solté el brazo.
Tomás intento abrir su boca para verbalizar sus sentimientos.
Matías corrió y yo no fui detrás de él. Miré a Tomás y le agarré la mano.
Tomás corrió detrás de Matías.
El otro día, Matías me dijo que necesitaba olvidar, y yo le dije que ya lo había hecho.
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