Avísame si quieres amar
Apareces en las sábanas
Días que aún no desaparecen
Noches agitadas
Avísame si quieres empezar
Que tu cuerpo desea igual que yo
Que no me detengo
Que no me detengas
Avísame si me quieres morder
Que el juego no llega tan rápido
Déjame a mi primero; yo sé hacerlo
Avísame del dolor
Que tu cara no es igual a la mía
Tu pelo parece desaparecer
Y tu espalda termina en mis dedos
Avísame de tus recuerdos
Que no están
De los que desaparecen
Y de los que se come el cielo
Avísame ante el olor
Que la ventana no roza tus labios
Y tus ojos parecen lucidos frente a los míos ya trizados
Avísame de tu orgasmo
Que no veo el antebrazo
No veo el pasado por tu pecho
Y tu tetilla mordida entre abierta roja casi sangrando
Parece que me avisa
Avísame de tu amor
De tu dulzura por el baile
De tus besos aquellos marcados
Cuerpo amargo que sabe a piel
Olor a canto que nunca sucedió
Y el ‘baba’ que sonaba entre mi lengua
Y el desesperar de tus ojos
Avísame
Que tu leche toda gastada por las manos
Parece ya esparcida.
Tráeme aquella sábana llena de recuerdos
Lávala con tu saliva
Recuérdame en aquel mantel bajo tus pies
Recuérdame en aquella almohada toda babeada
